jueves, 10 de diciembre de 2009

Algo más que pintar...

No creais que el taller de pintura terminó ahí. Una vez acabado el cuadro en sí los resultados pueden parecer, en principio, similares. El ejemplo a seguir era el mismo y las explicaciones fueron grupales, de manera que es natural que el mar y el cielo separados por el horizonte sean el motivo que se repite en todos los lienzos. Ahora, cualquiera que se fije notará la diferencia de estilos, de pincelada, los matices que hacen a cada obra distinta, personal e intransferible.
Pero además de estas diferencias quisimos ampliar la actividad y dotarla de un elemento más que hiciera cada obra algo especial, propia. Por eso propusimos que cada pintor pusiera título a su obra y la acompañara de una pequeña reflexión sobre lo que había sentido mientras pintaba. El resultado fue mejor de lo esperado, nadie repitió título y las reflexiones no tienen desperdicio.
Aquí os presentamos la obra junto con su reflexión:

"El mar revuelto según Marcos"
"Al pintar el cielo y el mar, lo primero es que me relajo, lo segundo pinté una línea, más oscura, para servirme de separación, entre el cielo y el mar. La mar está con marejada, aumentando a fuerte marejada".
M. G. G.
"El mar y el cielo"
"Sentía como si estuviera yo en el agua, para hacer ejercicios para mi cadera y mi brazo. También me acordaba de la gente que pasea por el Paseo Marítimo, que le gusta la playa y que vienen a ver el mar".
V. M. N. B.
"El horizonte sobre el mar"
"Yo me encontraba relajado y muy a gusto por pintar por primera vez el mar".
J. C. A. S.
"Día nublado, día de pensar"
"Sentí lo difícil que es pintar, que con la ayuda del monitor que nos enseñó a mezclar los colores hicimos estos cuadros, no muy buenos pero... hay que mirar el esfuerzo".
A. B. L.

"Un reto"
"Ponerme delante de un lienzo fue un reto para mí. Comprobé que mis manos pueden, con ayuda, sujetar un pincel. Me sentí muy feliz".
M. N. S.

"El mar sin barquero"
"Hace algunos años yo pintaba al óleo, pinté un caballo blanco corriendo en un lago por la noche donde la luna lo iluminaba, y se veía muy blanco mientras el agua del lago se veía oscura. A los años hice un jarrón de barro claro con una rama de almendro en flor sobre una mesa de madera oscura y cortina detrás.
El primero que hice se llamaba "Paisaje mediterráneo" que era una copia de una lámina de Picasso.
También pinté la Chanca de Almería, un montón de casas cada una de un diferente color, celeste, amarillo, blancas, rosas...
El último que hice era un barquero de espaldas que iba mar adentro, así que cuando hacía este cuadro estaba pensando en todo el pasado tan bueno que ha pasado y lo mal que me encuentro ahora de mis piernas y de mi habilidad, de la pérdida de memoria que me está pasando. A la vez me estoy dando cuenta que hay mucha gente que aunque está peor que yo son mucho más felices ya que por lo menos no le dan algo que los pone peor cada día como me está pasando a mi con las pastillas que me están dando por la noche.
Cada día tengo más ganas de vivir pero mis piernas están cada día peor".
M. G. B.


A. S. R.
(Este cuadro carece de título y de reflexión por no poder emitirla el autor. Aún así, su rostro evidenciaba atención en la lección, concentración en hacerlo bien y satisfacción al ver su obra concluida).