Este dibujo me quedó infantil y feo, tan feo que daña la vista al verlo. Cuando lo terminé pensé que su destino sería estar en un cajón y que nadie lo viera. Sin embargo lo he querido publicar porque, aunque feo, es un trabajo con mucho significado.
Y es que me pasa que cuando voy por el paseo marítimo de Roquetas y veo en la terraza de un bar una chica en bikini, tomando café y fumando, uff, mis hormonas se me revolucionan, mi corazón va más deprisa y mi mente no va lo mismo. Me acerco a ella, le pido un pitillo, me lo da. Me retiro y hago como si miro el mar, pero claro, no miro el mar, mi mente está en ella, en su cuerpo sensual.
Termino mi cigarrito y sigo mi paseo, mi mente vuelve en sí. -Que idiota soy-, me digo a mí mismo, -ya no lo haré más-. Hasta otro día, que veo en esa o en otra terraza una chica tomando café.., y es que la historia siempre se repite.
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